¿Quién fue J.P. Morgan?
John Pierpont (J.P.) Morgan nació en Hartford (Connecticut), el 17 de Abril de 1837. Su padre Junius Spencer Morgan, un hombre de negocios con empresas tanto en Estados Unidos como en Europa, educó a su hijo desde muy joven para que aprendiera a gestionar en un futuro los activos de la familia que algún día heredaría el pequeño John.
J.P. Morgan estudió en el Colegio Inglés de Boston y en Suiza, mostrando unas magníficas dotes de buen estudiante, para más tarde matricularse en la prestigiosa universidad de Göttingen en Alemania, donde obtuvo un excelente expediente en todas las materias relacionadas con las matemáticas. Cuando tenía 15 años, se dedicó a viajar por Europa y es aquí cuando comenzó a sentir admiración por las obras de arte, convirtiéndose más adelante en su verdadera pasión.
Cuando cumplió 20 años se graduó en la universidad y se marchó a vivir a Nueva York, donde comenzó su carrera en el apasionante mundo de las finanzas, trabajando en una entidad financiera (Duncan, Sherman & Co) que era la representación americana de George Peabody & Co, de la que su padre era propietario, trabajo que le proporcionó una buena base para más tarde ocuparse como agente, y mediante su propia empresa (J.P. Morgan & Co) de las entidades de su padre.
De Dabney, Morgan & Co a Drexel, Morgan & Co:
En 1864 J.P. Morgan constituye un acuerdo con Charles Dabney, un importante hombre de negocios de la época, creando la entidad financiera Dabney, Morgan & Co. Pero en el año 1871 Dabney se retira y Anthony J. Drexel se convierte en el nuevo socio de John, fundando la empresa Drexel, Morgan & Co. Por aquel entonces Anthony era propietario de un gran banco de inversiones, y tras la fusión se convirtieron en la mayor y más exitosa empresa de inversiones de Wall Street, siendo la fuente principal de financiación del gobierno de los Estados Unidos. En aquella época nuestro protagonista estaba pensando en dejar el mundo de la banca y retirarse a una vida más tranquila, hasta que su padre le presentó a Anthony Drexel, quien le hizo una suculenta oferta de su compañía, además de adquirir una gran experiencia en el mundo empresarial.
En 1890 muere su padre y queda al frente de todas las empresas de la familia, con bancos en Londres y París, tres años más tarde fallece también su socio Anthony Drexel, otorgándole con ello calidad de administrador único del señorio financiero que por aquel entonces traspasaba las fronteras americanas, lo que también le ayudo a realizar trascendentes y beneficiosas operaciones financieras, comenzando la hegemonía del mayor banquero de todos los tiempos que era conocido como “El maestro del dinero”.
Mientras su fortuna crecía, Morgan continuaba acometiendo inversiones y adquisiciones, siempre enfocadas hacia empresas de nueva generación, hasta tal punto que durante los años 70 y 80, permitió al mismísimo Thomas Edison, trabajar en sus dependencias, experimentando con nuevos proyectos, apoyándole económicamente en todo momento, permitiendo a la empresa de Thomas, fusionarse con la corporación Thomson Houston Electrical, naciendo con esta nueva alianza la hoy tan conocida General Electric.
Inversiones en el ferrocarril:
Después de la Guerra civil, muchas pequeñas empresas de ferrocarril, atravesaban por malos momentos y comenzó una encarnizada guerra en el sector por parte de los grandes financieros de la época por adquirirlas. En el año 1900 J. P. Morgan, poseía 5.000 millas de ferrocarril, reestructuró el sector y restableció las nuevas regulaciones que ni el mismísimo gobierno había sido incapaz de redactar.
Uno de los gastos principales a los que se enfrentaba John, al mando de las compañías de ferrocarril era la partida de acero. Para solucionar dicho problema, compró distintas empresas de acero, hasta que en 1901 instauro la U.S. Steel Company, una de las operaciones más importantes de su vida, donde adquirió la compañía del señor Andrew Carnegie, otro de los hombres de negocios más importantes de la época, formando la primera empresa de los Estados Unidos valorada en más de un billón de dólares.
En las crisis financieras de la época:
Después del pánico financiero de 1893, las reservas de oro se redujeron drásticamente, lo que tambaleó la estabilidad del tesoro de los Estados Unidos. Para afrontar dicha situación, Morgan se reunió con otros banqueros y acordaron comprar 200 millones de dólares de bonos del tesoro, pagándolos en oro. Esta operación preservó como es lógico el crédito de los Estados Unidos, pero John y sus colegas fueron denunciados públicamente en el congreso por la cantidad que se habían embolsado en concepto de comisiones.
En Marzo de 1907 se repite la situación y una vez más se origina un crash en el mercado de acciones, las casas de corretaje cierran y los tipos de interés se disparan, circunstancias que obligó al gobierno de aquel entonces a pedir ayuda a Morgan para paliar la crisis bursátil que se estaba viviendo. Como en otros momentos, John se reúne con Rockefeller, Harrigan, Frick, Schiff y Rodgers, decidiendo inyectar la liquidez suficiente al sistema financiero para evitar su colapso.
El publico en general siempre ha cuestionado las grandes cantidades de dinero que se embolsaba Morgan, gracias a todas estas ayudas al gobierno, pero el presidente Cleveland siempre enfatizaba el servicio y el bien público que representaban aquellas aportaciones, restando importancia a los ingresos extras que las ayudas le proporcionaban a J. P. Morgan.
En 1912 cuando controlaba dos tercios de las fuentes de financiación del país, y sus empresas estaban valoradas en más de 25 billones de dólares, fue sometido a un proceso de investigación, con la intención de demostrar que el banquero más flamante de todos los tiempos estaba monopolizando gran cantidad de sectores, además de llevar a cabo practicas económicas para beneficio mutuo. Pero al finalizar el proceso se demostró que no había habido intención de crear ningún monopolio y el imperio que había fundado, era fruto de la nueva economía que se estaba gestando.
El 31 de Marzo de 1913 John Pieport Morgan fallece a los 79 años de edad, dejando el mayor imperio financiero nunca jamás visto, ganándose el respeto de todos aquellos que en un primer momento lo tacharon de codicioso, representando el comienzo de la nueva economía moderna de los Estados Unidos, estableciendo empresas que hoy día son verdaderos gigantes en sus sectores como General Electric y AT&T.
Todos los que conocieron a Morgan lo calificaban como un hombre con mirada asesina y nariz desfigurada, además de estar algo obeso, lo que le otorgaba un gran efecto físico a todo aquel que lo conocía personalmente, pero a pesar de sus apariencias contrajo matrimonio en dos ocasiones.
A diferencia de otros hombres de negocios de la época como Andrew Carnegie, Morgan se crió en una familia de banqueros, siendo su abuelo Joseph Morgan, el primer emprendedor de la familia, fundando diversas empresas de líneas de barcos de vapor.
Morgan tenía otra visión sobre el capitalismo de la que tenían sus compañeros contemporáneos, quienes se esforzaban desde su posición de competencia, para conseguir cuota de mercado, algo que odiaba, haciendo lo posible para absorberlas y crear monopolios para controlar los precios, desarrollando verdaderos entramados empresariales a su gusto y antojo, algo que le llevo a presidir las siguientes compañías:
- The Nacional Bank of Comerse.- The New York Central and Hudson River Railroad.- The Lake Shore and Michigan Southern Railroad.- The West Shore Railroad.- The New York, New Haven and Hartford Railroad.- The Pullman Palace Car Company.- The Mexican Telegraph Company.- The Western Union Telegraph Company.- The Manufacturing Investment Company.- The Federal Steel Company.- The general Electric Company.- The Madison Square Garden Company.- The Metropolitan Opera House Company.
Los defensores de Morgan siempre han argumentado que nunca ha abusado de su poder, pero la pregunta que muchos se hacen es si un hombre, en una época donde existían grandes lagunas legales en plena democracia que unos pocos millonarios vivían una vida repleta de lujos mientras el 80% de las familias americanas ganaba menos de 500 dólares al año, solo un hombre podía controlar mas de la mitad del capital americano, además de argumentar en numerosas ocasiones que su banco había contribuido al desarrollo de la nación y gracias a él se estaba viviendo la nueva era capitalista.
Una de las grandes pasiones durante su vida fue la colección de cuadros, libros, yates y casas. Cuando falleció la mayor parte de sus obras de arte fueron donadas al Museo Metropolitan de Nueva York.También realizo importantes obras de caridad donando importantes sumas de dinero a hospitales iglesias y Universidades, ya que siempre ha estado muy comprometido con la causa humana.
domingo, 22 de febrero de 2009
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